domingo, octubre 30, 2005

No se requiere ser perfecto para ser acompañante, sino solo ser un peregrino

Que todas las personas somos especiales, creo que a estas alturas de mi vida es algo que tengo bastante claro. Es cierto que muchos andan con la máscara puesta sin dejarse ver en realidad, formando legiones de gente clónica de comportamientos y respuestas gregarias. Pero a poco que te molestes en rascar el barniz, siempre acabas descubriendo a ese ser irrepetible y único que vegeta debajo. Buena o mala persona, depende, pero invariablemente distinto al resto de la humanidad. Yo soy tremendamente afortunada, en serio. Estoy rodeada de personas que además de especiales poseen una calidad humana excepcional. No se si se han fijado, pero con frecuencia este tipo de personas no son conscientes de su valía. No sabes lo importante que eres. En mi camino podré encontrar a muchos, pero no dudes nunca que para mi seguirás siendo especial. Eres como la melodía que escogí para ti. Al menos así te veo.